El contexto territorial

Con unos de 47.719 km2 -casi una décima parte del país y un 1,1% de la UE-27-, Aragón es la cuarta Comunidad Autónoma por extensión, solo por detrás de Castilla León, Andalucía y Castilla-La Mancha. Su territorio está formado por las provincias de Huesca (15.636 Km2), Zaragoza (17.274 Km2) y Teruel (14.809 Km2) . Esto supone que la provincia de Huesca representa el 32,7% del total, la de Teruel el 31%, y la de Zaragoza el 36,3% restante.

Situada al noreste de la península ibérica, la Comunidad Autónoma de Aragón disfruta de una renta de situación que le confiere una serie de oportunidades económicas y territoriales potencialmente ventajosa. Limita al Oeste con la Comunidad Foral de Navarra, La Rioja, Castilla y León y Castilla-La Mancha, cerrando por el Sur esta misma Comunidad junto con la Comunidad Valenciana que, con Cataluña, son las fronteras por el Este de Aragón. La Frontera Norte ejerce como frontera estatal al en su totalidad con Francia.

Aragón se encuentra entre principales ciudades de España y del sur de Francia -Madrid (con 3,2 millones de habitantes en el municipio y casi 6,5 millones contando toda la Comunidad), Barcelona (ciudad de 1,6 millones de habitantes, superando los 5,5 millones en el caso de la provincia), Valencia (con casi 800.000 habitantes), Bilbao (350.000 habitantes, que en el caso de El Gran Bilbao ascienden a más de 850.000 habitantes), Toulouse (350.000 habitantes), Montpellier (algo menos de 300.000)-, se encuentran a menos de 300 km de Aragón, lo que asegura una excelente accesibilidad potencial a un mercado de millones de posibles consumidores y visitantes.

Por otra parte, Aragón también es el nexo natural entre dos de las regiones económicas más dinámicas del sur de Europa: el eje Atlántico y el Mediterráneo. Además, este papel de nexo natural que atesora Aragón trasciende el marco nacional gracias a los 136 kilómetros de frontera compartidos con Francia, convirtiéndose Aragón en la puerta central a Europa desde la península ibérica, si bien las carencias actuales en infraestructuras de comunicación dificultan y limitan, en gran medida, este potencial.

Sin embargo, y como contrapunto, Aragón se integra dentro de la denominada Diagonal Continental de regiones con baja densidad de población, uniéndose a la zona del macizo central francés. Además, las comunicaciones con el Norte, con Francia, carecen de una funcionalidad real para el paso de pasajeros y mercancías, tal como se ha comentado anteriormente, al no disponer de ferrocarril, pese a los proyectos de reapertura del Canfranc o los más incipientes sobre de un túnel ferroviario de baja cota (Travesía Central Pirenaica), en ambos casos enfocados al transporte de mercancías, así como por contar con pasos de carreteras cuya capacidad, por las características de las vías y la altitud de los puertos, es más que limitada.