Evaluación calidad del aire. Dióxido de azufre - SO2

“Se considera que el aire limpio es un requisito básico de la salud y el bienestar humanos. Sin embargo, su contaminación sigue representando una amenaza importante para la salud en todo el mundo" (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). El control de estos gases y partículas es considerado un servicio ecosistémico, puesto que afectan directamente a la salud de las personas. Pero además puede contribuir indirectamente sobre nosotros a través de otros servicios a los que también afecta.

El dióxido de azufre (SO₂) tiene efectos negativos sobre los ecosistemas acuáticos y forestales ocasionando daños y pérdida de especies en la vegetación como consecuencia de la degradación de la clorofila y la reducción evidente de la fotosítesis. A raíz de ello, también causa efectos sobre la biodiversidad y los suelos. Incluso puede generar acidificación de las edificaciones.

Sobre la salud humana, aunque el foco desde donde se emite este gas este lejos, existen multitud de efectos adversos, como: “irritación e inflamación del sistema respiratorio, afecciones e insuficiencias pulmonares, alteración del metabolismo de las proteínas, dolor de cabeza o ansiedad” (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).

El Valor Límite Diario (VLD) para la protección de nuestra salud es de 125 μg/m³ como valor medio diario, no debiendo superarlo en más de 3 ocasiones al año. Este es el que se presenta en el mapa.

("Efectos en la salud y ecosistemas", Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).