Evaluación calidad del aire. Ozono - O3

“Se considera que el aire limpio es un requisito básico de la salud y el bienestar humanos. Sin embargo, su contaminación sigue representando una amenaza importante para la salud en todo el mundo” (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico). El control de estos gases y partículas es considerado un servicio ecosistémico, puesto que afectan directamente a la salud de las personas. Pero además puede contribuir indirectamente sobre nosotros a través de otros servicios a los que también afecta.

El ozono (O₃) tiene un efecto positivo sobre los humanos cuando este está presente en la estratosfera, pues nos protege de la radiación ultravioleta del sol. En cambio, cuando se presenta en capas inferiores, como es la troposfera, es un agresivo y potente agente oxidante. En relación a estos últimos efectos, el tener una exposición a elevados niveles del mismo, puede originar problemas respiratorios (irritación, inflamación, insuficiencias respiratorias, asma) y contribuir al incremento de las muertes prematuras.

Además, tiene efectos en otros servicios ecosistémicos: afecta al crecimiento de la vegetación y reduce su capacidad de absorción de CO₂, altera los ecosistemas, reduce la biodiversidad, y contribuye al calentamiento de la atmósfera.

El Valor Objetivo (VO) para la protección de nuestra salud es de 120 μg/m³ de máxima diaria, siendo necesario no superar este valor en más de 5 ocasiones en 3 años. Este es el que se presenta en el mapa desde 2004 a 2022.

("Efectos en la salud y ecosistemas", Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico).